Diputada Alessandra Rojo de la Vega

Con la venia de la Presidencia.

Compañeras y compañeros Diputados:

Hoy les quiero hablar de un tema sumamente preocupante para la estabilidad del planeta y, en consecuencia, para el sano desarrollo de las futuras generaciones de mexicanas y mexicanos: el abuso que como sociedad estamos haciendo en el consumo de bolsas de plástico.

Resulta casi imposible imaginar la vida sin la enorme variedad de productos plásticos que existen, pues uno de los materiales más útiles e importantes para la sociedad moderna, sin duda, es el plástico. Su versatilidad y bajo precio (en comparación con otras alternativas) se refleja en la rapidez con que crece el mercado de este material.

No obstante lo anterior, no se pueden pasar por alto los efectos negativos del plástico en el medio ambiente, en la salud de las personas, los animales y las plantas, pues en la fabricación del plástico se usan recursos no renovables, como el gas y el petróleo.

Según datos de la ONU, solo el 9% de todos los residuos plásticos que se producen, se reciclan; alrededor del 12% han sido incinerados (contaminando el aire que respiramos), mientras que el resto, el 79%, se han acumulado en nuestro entorno natural.

Se estima también que los plásticos y otros desechos afectan alrededor de 600 especies marinas y provocan destrucción del fondo marino, incluyendo arrecifes de coral y pastos marinos. Todo ello sin dejar de mencionar que igualmente transporta productos tóxicos.

Si las tendencias actuales continúan, nuestros océanos podrían contener más plástico que peces para el 2050, lo cual es algo que nuestras hijas e hijos ya no podrán remediar.

En el marco internacional, la misma ONU ha señalado que el plástico supone el 80% de la basura en los océanos y causa daños por un valor de 8,000 millones de dólares en el ecosistema marino.

Este grave problema ha llevado a la ONU y a otros organismos internacionales a lanzar una alerta global.

En virtud de ello, varios países en el mundo ya han iniciado acciones para erradicar el uso de bolsas de plástico, tales como son Irlanda, Argentina, Australia, Inglaterra, China, Alemania e incluso los Estados Unidos y hasta Senegal.

Sobre todo, es importante resaltar lo que han logrado España, Chile y Francia, al prohibir en su legislación la entrega de bolsas de plástico no biodegradables para el año 2020 y 2021.

Para esto tomaron como base un cambio paulatino hacia una producción de bolsas de plástico de materiales 100% orgánicos biodegradables, como son la fécula de maíz, la caña de azúcar, la papa y la caña de bambú, los cuales inician su proceso de degradación directamente por el medio ambiente aproximadamente en 180 días.

Esto bioplásticos de fécula de maíz, por ejemplo, pueden ser eliminados y degradados directamente por el medio ambiente y el abono recuperado permite luchar contra la erosión de la tierra y favorecer el buen funcionamiento del suelo para la agricultura.

Por eso, las bolsas de plástico biodegradables son una de las opciones extraordinarias que tenemos para cuidar el medio ambiente, pues la mayoría de ellas permiten una biodegradación completa y ayudan a la fertilización de la tierra, ya que se elaboran con recursos renovables de origen vegetal que permiten que puedan ser destruidos de una manera rápida y completamente natural.

En México existen leyes que tocan de manera indirecta el tema, sin embargo, no existe una ley que establezca la prohibición a nivel nacional del uso de bolsas plásticas, aunque si existen, afortunadamente, en distintos Estados de la República.

Un ejemplo de , en la Ciudad de Querétaro, en donde desde el 1 de agosto de 2018 quedó prohibida la entrega de bolsas de material plástico en tiendas de conveniencia, tiendas de autoservicio y otros giros comerciales, exceptuando de dicha prohibición a quién entregue bolsas de plástico BIODEGRADABLES.

En Tijuana, Baja California, en abril del 2018, se estableció la prohibición del uso de bolsas desechables de plástico con el objeto de disminuir la contaminación en los océanos y fomentar el cuidado del medio ambiente.

Por su parte en el estado de Veracruz, en mayo del 2018, se aprobó una ley que prohíbe gradualmente y a la vez concientiza sobre el uso de plástico y transita hacia el uso de bolsas y popotes biodegradables.

En el estado de Sonora, en abril de este año, se prohibió la fabricación, distribución y uso de bolsas de polietileno y todo material plástico convencional utilizado y entregado en supermercados, autoservicios, almacenes y comercios en general, para transporte de productos o mercancías.

Y finalmente, en Nuevo León se aprobó también el prohibir que las tiendas de autoservicio y centros comerciales empaquen los productos que expenden en bolsas de polietileno.

En este sentido, creo que la Capital del país no se puede quedar atrás. No solo por el problema tan grande en el que ya estamos metidos, sino pensando en la Ciudad que le queremos dejar a nuestras hijas e hijos y las futuras generaciones.

Según datos de la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, se estima que en la Ciudad de México donde hay casi 9 millones de habitantes, cada uno tira aproximadamente 150 bolsas de plástico al año, lo cual significan 1,350 millones de bolsas al año contaminando el ambiente, envenenando a los animales y tapando nuestros drenajes y coladeras.

Nadie lo puede negar. Todos somos testigos día a día de los problemas que nos causan a todas y todos, las bolsas de plástico.

Esto sin dejar de considerar las bolsas que se utilizan y se desechan en la zona conurbada de la Ciudad, en la que habitan otros 12 millones de personas.

Por todo ello, el Partido Verde presenta esta iniciativa a efecto de establecer en la ley la obligación de no entregar bolsas de plástico en actos comerciales para la transportación de mercancías, a menos que estas sean BIODEGRADABLES.

Estamos conscientes que este cambio no puede ser inmediato ya que ello perjudicaría a la industria que se dedica a la producción de bolsas y por ello proponemos un periodo de año y medio para que este cambio entre en vigor.

Además, estamos proponiendo que mientras se empieza a aplicar la reforma, el gobierno lleve a cabo campañas de concientización entre toda la población de la Ciudad y que las autoridades encargadas del desarrollo de la ciencia y la tecnología apoyen a los productores en el desarrollo de productos biodegradables que dejen de afectar nuestra Ciudad y favorezcan a nuestro medio ambiente.

De verdad, no podemos seguir haciéndonos daño a nosotros mismos y a las especies de animales y vegetales que conviven con nosotros. Todos debemos colaborar.

Debemos hacer conciencia y tomar medidas contundentes en contra de todo aquello que perjudique el lugar en donde viven nuestras familias y en la que convivirán las siguientes generaciones de capitalinas y capitalinos.

Por su atención, muchas gracias.

Es cuánto.

PARTIDO VERDE