Gracias, diputado presidente.

¡En la sangre, tenemos la vida!  

La sangre constituye, alrededor del siete por ciento del peso corporal; transporta oxígeno; nutrientes y además defiende a nuestro cuerpo de cualquier tipo de enfermedades infecciosas.

Para cualquier país que busca preservar la vida y salvaguardar la salud de sus ciudadanos, la donación de sangre, ya sea completa o de alguno de sus componentes, debe de ser un tema sanitario relevante.

Anualmente, a nivel internacional se extraen poco más de mil millones de unidades de sangre al año, la mitad de éstas; proceden de países de altos ingresos con una tasa de donantes voluntarios de 37 donadores por cada mil habitantes, mientras que en los países de ingresos medios, como México, la tasa de donantes es de 11 donadores por cada mil habitantes; México está muy por debajo de los 50 donadores por cada mil habitantes que la Organización Mundial de la Salud considera son necesarios.

Además, de acuerdo con el Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea, de todas las donaciones que actualmente se realizan, únicamente el cuatro por ciento se obtiene por donadores voluntarios. Lo que nos coloca muy lejos de lograr uno de los objetivos de la Organización Mundial de la Salud para el 2020, que señala que todos los países deben de obtener su suministro total de sangre proveniente de donantes voluntarios no remunerados.

Con estos datos, es evidente que se requiere generar las condiciones necesarias para que aumente el número de donantes voluntarios de sangre en nuestro país.

La mayoría de las personas que cumplen con los requisitos para donar sangre son parte de la población económicamente activa, es decir son personas que se encuentran laborando.

Por tal motivo, es imperativo encontrar la manera de fomentar la donación sin afectar las percepciones salariales de los trabajadores.

Es por ello, que en este acto presento una iniciativa que adiciona la fracción 29 al artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo.

Lo que propongo es lo siguiente:

Que los patrones tengan como una de sus obligaciones otorgar a los trabajadores  permiso con goce de sueldo por un máximo de 24 horas para acudir a donar sangre o cualquiera de sus componentes de manera voluntaria.

A efecto de que se le garanticen sus percepciones laborales a él trabajador, éste debe presentar el comprobante expedido por una institución del Sector Salud o el banco de sangre.

Esta iniciativa, que hoy presentamos, sumara voluntades con el Congreso del Estado de Coahuila, quien en el mes de junio de este año remitieron una iniciativa en el mismo contexto, a esta cámara.

Y quiero aprovechar este momento para reconocer a la asociación civil, Donadores Laguna y a Javier Quintero, por ser grandes impulsores de este tema.

Quiero dejar claro, que la iniciativa que se plantea no  representaría una pérdida significativa para el patrón, pues el periodo entre una donación de sangre y otra, debe ser de un mínimo de 3 meses.

Además, cada institución, ya sea privada o pública, deberá tener una reglamentación muy clara y transparente sobre el cómo y cuándo un trabajador podrá usar este derecho.

En suma, todos somos conscientes de que la donación de sangre es un acto altruista que nos beneficia a todos.

Para mi partido, fomentar la vida y salvaguardar la salud se ha vuelto un estandarte de constante lucha, por eso les pido a todos que sigamos uniendo esfuerzos para que iniciativas como esta sean una realidad, ya que la sangre es uno de los regalos más valiosos que podemos ofrecer a otras personas.

Por su atención muchas gracias.

Es cuanto, señor presidente.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO