Durante la jornada de los Diálogos Públicos por un México Social en el Senado de la República, respecto al tema de desarrollo urbano, movilidad y vivienda, la presidenta de la Comisión de Vivienda en el Senado, María Elena Barrera Tapia del Partido Verde, destacó que debido a la falta de oportunidades y carencias poblacionales en los habitantes del país han expandido las manchas urbanas de manera espontánea, riesgosa e inadecuada, lo que ocasiona el crecimiento de la mancha urbana.

Comentó que la causa de este problema viene de administraciones pasadas pues se centró en el crecimiento de centros urbanos extensivos, en donde se construyeron zonas habitacionales alejadas de los entornos urbanos, lo que dificultó el acceso a lugares de trabajo, abasto, hospitales o escuelas, además qué generó graves problemas de movilidad y transporte al interior de las ciudades, situación que orilló a las personas buscar otras opciones de vivienda.

“Como consecuencia de la falta de planeación adecuada, de acuerdo al Censo de Población y Vivienda, en 2010 existían 5 millones de viviendas deshabitadas, cuando existe un déficit habitacional. La planeación y la falta de un mercado eficiente de vivienda usada no consiguieron reducir las problemas habitacionales”, denunció.

Y es que tanto el Programa Nacional de Infraestructura como en el Plan Nacional de Desarrollo y en las políticas nacionales de vivienda, prevén como uno de los ejes rectores de las políticas gubernamentales, las acciones de ordenamiento territorial y uso de suelo, pues intentan corregir la tendencia de abandono habitacional.

La legisladora mexiquense abundó que la población urbana de México casi se duplicó en los últimos 30 años (95 por ciento), mientras que la superficie de las manchas urbanas casi se quintuplicó (490 por ciento). Lo que significa que por cada 40 nuevos habitantes en las ciudades del país, éstas se extienden en promedio en un kilómetro cuadrado.

Por ello, dijo, se debe integrar un concepto de capacidad de carga urbana para evitar que la densificación se convierta en hacinamiento, así como un análisis integral de la capacidad que tienen las áreas de densificar para absorber mayores poblaciones.

“Lo anterior es imprescindible para poder minimizar los costos y maximizar sus beneficios a la población ya que el suelo vacante hoy existente tiene el potencial para albergar 7.1 millones de viviendas, lo que podría cubrir el 65 por ciento de las necesidades de suelo para el desarrollo urbano y la vivienda hasta 2030”, indicó.

Finalmente, Barrera Tapia aseveró que el país al no contar con un marco normativo bien desarrollado en la materia se debe atender a las características específicas de los habitantes como la coordinación en materia de asentamientos humanos entre municipios, estados y federación; aprovechar los productos para subsidios que están desaprovechados; contener el efecto de gentrificación (proceso a través del cual las clases sociales de ingresos altos comienzan a apropiarse de zonas anteriormente pobladas por clases sociales de inferiores ingresos).

 

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO